martes, 29 de septiembre de 2009

Condena

A trabajos forzados me condena
mi corazón, del que te di la llave.
No quiero yo tormento que se acabe,
y de acero reclamo mi cadena.

Ni concibe mi mente mayor pena
que libertad sin beso que la trabe,
ni castigo concibe menos grave
que una celda de amor contigo llena.

No creo en más infierno que tu ausencia.
Paraíso sin ti, yo lo rechazo.
Que ningún juez declare mi inocencia,

porque, en este proceso a largo plazo
buscaré solamente la sentencia
a cadena perpetua de tu abrazo.

Antonio Gala

2 comentarios:

  1. No hay mejor condena que cadena perpetua de tu abrazo.

    Te quiero

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  2. Cómo me gustaria que alguien me recitase algo tan absolutamente maravilloso, quizas nadie me haya querido de una manera tan profunda...

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