viernes, 20 de noviembre de 2009

La vida de los otros

El Ministerium für Staatssicherheit (Ministerio para la Seguridad del Estado) conocido a nivel coloquial como la Stasi. Fue creado el 8 de febrero de 1950, su sede se ubicó en Normannesnstrasse (Berlín Oriental), albergaba un amplio complejo de edificios que ocupaban una superficie de ocho hectáreas. Entre sus muros trabajaban veinte mil personas para hacer realidad el lema “Estamos en todas partes”. Su misión era la de funcionar como un implacable servicio secreto tanto fuera como dentro de la extinta República Democrática Alemana (RDA). En 1989 y tras la caída del Muro de Berlín cesaron sus escalofriantes actividades, en las que se practicaban toda clase de torturas y vejaciones a los “supuestos” enemigos del régimen.

Cerca de seis millones de personas, dentro y fuera de la RDA, llegaron a ser espiadas, en un meticulosos trabajo llevado a cabo por 91.000 espías oficiales (uno por cada 180 habitantes del país) y 170.000 colaboradores civiles, que componían una red de informantes y delatores en empresas, escuelas, clubs deportivos, iglesias e instituciones de todo tipo. Los archivos de la Stasi recogían información sobre la vida personal de un tercio de la población de la RDA, facilitada en ocasiones por vecinos, amigos íntimos e incluso el propio cónyuge. Durante el tiempo que duro el régimen dictatorial comunista se recopilaron diecisiete millones de fichas que puestas en fila ocuparían 186 kilómetros.

Todos estos aterradores datos quedan reflejados de una manera magistral en La vida de los otros, opera prima del director alemán Florian Henckel-Donnersmarck. Esta esplendida historia recibió el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en el año 2006.

La historia, ambientada en 1984, está protagonizada por Ulrich Mühe, quien recibió el máximo galardón al mejor actor de los Premios Europeos de Cine. En ella trabaja como agente de la Stasi, cuya misión es la de espiar a una pareja de artistas, en la que la esposa se convierte en informante, debido a las extorsiones a las que se ve sometida por parte de la todopoderoso servicio secreto alemán.

Los caprichos del destino quisieron que Mühe pudiera revivir en esta película parte de su propia biografía. Al igual que el actor de la película descubrió que durante los seis años de su matrimonio su propia esposa cooperó con el Ministerio de Seguridad del Estado, filtrando puntal información sobre los movimientos de su esposo y sus colegas de profesión. Cuando su archivo personal vio la luz se habían recopilado más de 500 páginas, en el mismo informe se especificaba que en caso de una crisis nacional debía ser llevado a un campo de aislamiento especial. A día de hoy más de un millón de ciudadanos germano-orientales han solicitado leer sus expedientes.

De entre los millones de fichas y dossiers han aparecido varios que desvelan que muchos de los emigrantes españoles que regresaron en los 70 a España, formaban parte del servicio de espionaje exterior de la Stasi. Estos regresaron con la misión de acopiar cumplida información sobre la recién nacida democracia española, así como la creación de un grupo de élite para que aprendiera los conocimientos y técnicas del temido servicio secreto.

Según los datos que se desprenden de los informes desclasificados, este grupo de represión y espionaje sentó raíces de tal forma, que sus integrantes todavía conviven entre nosotros, sin que ninguno de los gobiernos que ha dirigido el país haya podido erradicarlo. Este grupo conocido como SERSEMA, es diferente a cualquier servicio secreto ya que sólo aceptan en sus filas a personas del género femenino, nunca emplean el uso de la fuerza salvo en situaciones de extrema necesidad, están especializadas en la utilización de técnicas de tortura psicológica y disuasorias, es prácticamente imposible engañarlas ya que conocen de manera precisa los movimientos y vida de los sujetos a vigilar y en la mayoría de los casos con una simple amenaza por parte de sus miembras (como diría nuestra ministra), resuelven las situaciones de crisis con gran presteza.

En los informes encontrados en las dependencias de la Stasi, apareció el texto del discurso para el ingreso en dicha organización secreta y que a continuación paso a reproducir:

“Nos reunimos aquí para aceptar a un nuevo miembro. Ahora estás ingresando en el honorable Servicio Secreto Matriarcal, el cual acoge sólo a mujeres de valor y lealtad. La zapatilla y la escoba son los instrumentos mediantes los cuales intimidaras a tus descendientes. SERSEMA está antes que cualquier otra cosa en la vida. A partir de ahora tu familia es lo primero, porque desde hoy acudirás cuando tus hijos te necesiten sin importar el día, la hora o las condiciones climatológicas. Hay dos leyes que debes obedecer sin titubear: nunca traicionarás los secretos de tus hijos y nunca revelaras nuestra información, a menos que encabeces la dirección de tu propio matriarcado"

Por sorprendente que parezca esta historia propia de una novela de John Le Carré, el SERSEMA (Servicio Secreto Matriarcal) está compuesto por todas y cada una de las madres de nuestro país.

La manera de acceder a este grupo de élite es la siguiente:

Una vez se informa a la familia con la alegre noticia de que un nuevo miembro está de camino, la madre o su defecto la persona que encabeza la dirección del matriarcado familiar, lee el discurso de ingreso obligando a la futura “miembra” del matriarcado a realizar un juramento mediante el cual, sólo desvelaran información referente a la organización cuando encabecen la cúpula de su propio matriarcado.

Si reflexionamos durante unos minutos sobre esta sorprendente información comprenderemos de una vez por todas que las muletillas y frases utilizadas por nuestras madres, así como las técnicas intimidatorias con la escoba y la zapatilla, no son fruto de la casualidad, ni de ningún sexto sentido y mucho menos de superpoderes, porque todo lo han aprendido gracias a un pétreo entrenamiento bajo la atenta mirada de la SERSEMA, y de una simbiótica transferencia de conocimientos que pasan de madres a hijas.

Mi abuela decía que la mejor educación es el ejemplo. Para clarificar toda esta maraña de sentimientos encontrados, y haciendo caso a las sabias palabras de mi querida abuela, voy a exponer unos ejemplos para entender un poco mejor las técnicas utilizadas por las “miembras” del Servicio Secreto Matriarcal.


¡¡Abrígate bien antes de salir y tapate la boca, que hay muchos constipados!!

¡¡Espérate a hacer la digestión!!

¡¡Límpiate bien detrás de las orejas y en la nuca!!

¡¡A comer y a callar!!

¡¡Hasta que no termines no te vas a levantar!!

¡¡Limpia tu habitación que parece una pocilga!!

¿Qué os creéis que esto es un hotel?

¿Mamá no lo encuentro? ¡¡Cómo vaya yo y lo encuentre verás!!

¡¡Ni pantalones, ni pantalonas!!

¡¡Coge el paraguas que va a llover!!

¡¡Me vais a volver loca entre todos!!

¿Mamá donde está? ¡¡Mira en casa de la vecina!!

¡¡Me hubiera salido más barato criar tres cerdos, por lo menos podría comerme los jamones!!

¡¡Ay, cabeza de chorlito!!

¿Estas son horas de llegar?

¡¡Anda pasa a la habitación que no te vea tu padre!!

¡¡El que avisa no es traidor!!

¡¡Sin correr te cogeré!!

Como podréis comprobar esto es sólo una muestra, porque la lista es interminable. En cada hogar siempre hay una frase intimidatoria que la jefa del matriarcado repite constantemente, en mi caso es la siguiente:

¡¡Roïn, satanás, tira para dentro que te voy a arreglar!!

Pero también tienen otras que sirven para tranquilizar a sus vástagos. La que recuerdo con gran cariño era la que nos decía mi madre cuando nos arropaba en la cama antes de dormir:

¡¡Tapate bien, que del frío que hace esta noche los pajaritos se caen de culo!!

Pero volviendo al tema que nos atañe, en un régimen dictatorial donde la cultura del miedo rige las vidas de los ciudadanos, es más que “justificable” que vecinos, amigos, o incluso el propio cónyuge se convirtieran en confidentes del Estado, porque en este caso estamos hablando de supervivencia. Pero sin lugar a dudas el dato más llamativo de todos, es que de los diecisiete millones de informes que aparecieron con la caída del muro, no existe ninguno en el que una madre haya delatado o filtrado información sobre sus hijos.

Dedicado a mi madre, y a todas las madres presentes y futuras.


Fuentes consultadas:

BERLÍN A CONCIENCIA
Capítulo 37 - DE LA STASI A LA KGB. Lichtenberg y Hohenschönhausen
De Emili J. Blasco

Mafia, S.A 100 Años de la Cosa Nostra
Eric Frattini

3 comentarios:

  1. ¡BRAVO! ¡Viva la madre que te parió!

    Espero que tu blog no sea espiado...

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  2. Que bonito !!!!!!!!!!!!!, la verdad es que ,"madre no hay más que una ", y por supuesto para ellas los hijos son lo más grande que hay en la vida. Un beso.

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  3. olé, te estás ganando el cielo, Josevi.

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