lunes, 19 de octubre de 2009

La 13-14

Engañar, timar, robar, estafar, embaucar, son palabras que tienen un mismo o muy parecido significado, pero como ocurre habitualmente la voz del pueblo es la que manda, y estos términos acaban degenerando en otros “más vulgares”, para convertirse en expresiones como: hacer la rula, la bicicleta, la jugada, la garba y por supuesto no podemos olvidarnos de la más popular de todas, “la 13-14”.

Cuenta la leyenda que los aprendices que entraban a trabajar en un taller mecánico eran sometidos a una serie de bromas por parte de los más veteranos del lugar, una de ellas era enviarlos a por la llave 13-14, después de un buen rato de infructuosa búsqueda y al escuchar las risas de sus compañeros, comprendían que la citada llave no existía y aprendían a la fuerza que sus medidas eran: 6-7, 8-9, 10-11, 12-13, 14-15, 16-17, etc.

Estamos a punto de cumplir una década desde el comienzo del nuevo siglo, en la que en mayor o menor medida nos hemos dedicado a pegarnos la vida padre sin pensar que como en toda fiesta, al final hay que pagar la factura. A la sombra de esta locura consumista y aprovechando la coyuntura, nacieron las empresas de créditos rápidos, en las que podías solicitar un préstamo por importes que oscilaban entre los 600 € como mínimo hasta los 6.000 €, los cuales podían amortizase hasta en 60 meses en función del importe solicitado.

Simplemente con realizar una llamada y presentar la misma documentación que necesitas para hacerte socio del videoclub, te aseguraban que recibirías el importe solicitado en un plazo máximo de 48 horas con total confidencialidad. La gente bien por ignorancia o por desesperación, hacía caso omiso a las condiciones del contrato, y aceptaba unos tipos de interés desorbitados que rondaban los límites de la usura.

Gracias a un tipo con pinta de “urbesexual” que los viernes por la noche en la cadena de Polanco se dedicaba a explicar a esta pobre gente como se la habían metido doblada, puso en estado de alerta a toda la población, y consiguió que estas empresas desaparecieran de manera paulatina hasta no dejar rastro de su existencia. Pero como ocurre en este tipo de negocios, resurgieron de sus cenizas y aparecieron con una nueva identidad, y a las pruebas me remito.

Desde este verano se emite en televisión un anuncio que me llama poderosamente la atención, su eslogan es “Oro por euros”, en el que un tipo ¿pregunta?:

¿Necesita dinero?, ¿No llega a fin de mes?, ¡¡Esta es su gran oportunidad!! . En oro por euros convertimos sus joyas de oro en “euros”. Todo esto te lo dice un “payo” con un buen fajo de billetes en su mano para hacer más atractiva la oferta, después unos personajes te intentan convencer que hay que aprovechar el precio alcista que actualmente tiene el oro, te proponen que vendas todo el “colorao” que tienes en casa, y a cambio te lo pagan al precio máximo de cotización, por supuesto con total confidencialidad y presentando la misma documentación que necesitas para comprar un bono-bus.

¡¡Manda huevos!! , no tenían bastante con desplumarte y condenarte a pagar intereses para el resto de tus días, que ahora el poco oro que has conseguido reunir a lo largo de tu vida lo tienes que cambiar por un puñado miserable de euros. Tengo que decir que este anuncio deberían retirarlo de la televisión, porque es más peligroso que “un tiroteo en un ascensor”, y puede incitar a la delincuencia. Ya me imagino a bandas de albanokosovares asaltando residencias de ancianos con los alicates en la mano para arrancar los dientes y muelas de oro que encargaron en su día por si venían tiempos difíciles.

Pero como esto es un circulo vicioso y nunca tienen suficiente, el próximo paso para terminar de humillarte y acabar con la poca dignidad que te queda, será presentado el siguiente eslogan: “Tu cuerpo por deudas”, en que el mismo tipo ¿preguntará?:

“¿Está preocupado?, ¿las deudas no le dejan dormir?, ¿se siente abatido e inapetente?, ¿debe más que Alemania después de la guerra? ¡¡Tranquilo tenemos la solución a todos sus problemas!! . Evidentemente nuestro amigo te lo dirá con un nabo de dimensiones similares a las de John Holmes en su mano. Como es de imaginar, unos personajes te intentaran convencer que todas tus deudas desaparecerán a cambio de convertir tu culo en un bebedero de patos.

El refranero español dice que “de las grandes cenas están las sepulturas llenas” y que razón tienen, porque la indigestión de este banquete, va a durar hasta que terminemos por explotar igual que la famosa “burbuja inmobiliaria” y si no al tiempo.

3 comentarios:

  1. Tienes mucha razón, yo tampoco sé donde nos va a llevar todo esto , pero he de confesarte que tenemos un "cordón" que te puedes imaginar lo que se va hacer con él como la cosa no cambie.

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  2. jeje, muy bueno... en tu línea Josevi...

    he de decir que a partir de ahora tendré que decir: "tienes más razón que un Josevi"
    y dejar a los santos para los altares de las iglesias, jijiji

    un saludo

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