jueves, 8 de octubre de 2009

Atrapado en el tiempo

Cuando recuerdo esta historia me sigo estremeciendo como aquel día, es la típica imagen que de manera mecánica, guardas en el baúl de los recuerdos de tu memoria para que se llene de polvo con el paso de los años.

La historia se remonta al año 1981, de manera inexplicable se produjo un terrible acontecimiento que estremeció las vidas de millones de españoles. Una conocida estrella de la radio había sido asesinada a manos de un ser despreciable, que durante años martirizó nuestras mentes, igual que la de Alex en la “naranja mecánica”.

Desde siempre he sido una persona a la que le ha gustado estar poco en casa, prefería andar callejeando con los amigos, y cuando la economía lo permitía, que eran contadas ocasiones, acudía a los recreativos a echar unas partidas al futbolín y a las máquinas de juegos del momento. Pero debido a aquel desgarrador asunto mis amigos empezaron a comportarse de manera diferente, cada vez les gustaba menos salir de casa, principalmente los fines de semana, que es cuando más tiempo teníamos para divertirnos. Hasta que llegó el día en el que entraron en estado catatónico, y no solo eso, sus familiares también terminaron bajo la posesión de aquel terrible ser.

Una tarde de invierno decidí entrar en casa de uno de mis amigos, con los nervios a flor de piel comencé a recorrer un largo y oscuro pasillo que desembocaba en el comedor. Conforme avanzaba, mis pulsaciones iban en aumento, sentía como la sangre corría por mis venas a velocidad supersónica, mi respiración era fuerte y jadeante. Pero mereció la pena, pues por fin descubrí la razón por la que pasaban los días encerrados en casa, habían comprado un “video”.

Pero lo que más me impacto de la situación no fue ver a la familia en estado vegetativo viendo películas sin parar, fue su vestimenta. Debido a mi ignorancia, pensé que al comprar el video, el manual de instrucciones obligaba a llevar aquel atuendo. Todos y cada uno de sus miembros vestía con “esquijama”.

Según el diccionario de la lengua española, esquijama es un pijama compuesto de pantalón ajustado a los tobillos y jersey. Pero esta definición es incompleta, porque a esto hay que añadir los calcetines por encima del pantalón, y éste a su vez colocarlo por encima del jersey a la altura de las axilas. Esto se realiza así, ya que por mucho que subas el pantalón siempre queda "colgandero", como si llevaras un pañal gigante. Se puede complementar con batín de felpa o guatiné en el caso de las féminas, en cuyos bolsillos siempre quedan restos de algún pañuelo de papel con los mocos de la última gripe, para completar tan espantosa vestimenta debes calzar zapatillas de cuadros con suela de goma amarilla.

Otra de las cuestiones que me turbaba, era como podían sobrevivir a las maratonianas sesiones de video, pero pronto obtuve la respuesta. Se hidrataban con varios litros de Coca-Cola e ingerían aproximadamente unos 20 kilos de pipas por persona y día. Una vez expirado el plazo de visionado recomendado por el fabricante, consumían varios comprimidos de “Aero-red”, para expulsar los gases y grandes cantidades de “Ungüento Cañizares”, para rebajar la hinchazón de la morrera después de haber consumido tal cantidad de sal.

Después de muchos pataleos mis padres compraron el video, pero cual fue nuestra sorpresa que en el manual de instrucciones no había nada relacionado con los esquijamas. Mi padre, para quedarse más tranquilo llamó al servicio técnico para que resolvieran nuestra duda. El técnico le respondió que la mayoría de los usuarios utilizaban aquella prenda para ver sus proyecciones, pero que eso era decisión personal de cada cual.

Con aquel diabólico aparato, fuimos testigos de interminables horas sentados frente al televisor, engullendo las grandes sagas de: Charles Bronson, Chuck Norris, Pajares y Esteso, Loca academia de policía, Viernes 13, Karate Kid, Rambo, Rocky y tantos bodrios que la lista es interminable.

Durante la década de los 80 los españoles quedamos atrapados bajo el influjo del video, y por extensión de los videoclubs, lugar de culto de aquellos años, pero como este tema da para algún que otro post, no me voy a extender más sobre ello.

Como decía la canción: “Video killed the radio star”. Hoy en día internet ha matado a los dos, pero para nuestra desgracia no ha podido todavía acabar con los esquijamas, pues son muchas las personas que cuando pasan las horas sentadas frente al ordenador lo hacen vestidos con tan horripilante y lamentable prenda.

¡¡Hay cosas que ni el tiempo ni la tecnología podrán cambiar!!

7 comentarios:

  1. Mi vídeo era Telefunken. Lo aguantaba todo: golpes, líquidos, cintas enganchadas... ¡Qué tiempos de combinación de tecnología alemana y textil español! ¡Qué robustez en el diseño! Después llegaron los japoneses y ahora vienen los chinos. Cualquier tiempo pasado fue mejor.

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  3. El mío era un JVC de lo mejorcito, tanto que fue el primero y el único. Y todavía seguiría vivo si no fuera pq hace un par de años hubo una subida de tensión en la finca que se lo llevó por delante junto a otros electrodomésticos. Fuimos de los primeros en el barrio en tenerlo, mi padre el pobre lo compró por un dineral gracias a la indemnización que le dieron cuando cerraron la fábrica donde trabajaba, poco sospechaba que iba a tardar unos cuantos años para volver a tener un trabajo decente (la historia se repite). Pero fue todo un acontecimieno y había sesiones colectivas con todos los amigos del barrio hacinados en la salita de casa (el comedor estaba vedado). Aparte de 'Loca Academia de Policía' y todas las de Pajares y Esteso, no hay que olvidar la mítica 'Admiradora Secreta' que ocupaba un lugar priviliegiado en el videoclub 'Cristal' y las féminas nos tenía entusiasmadas:-)

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  4. mis padres aún conservan el último... un JVC que soporta el peso del dvd que descansa encima...

    lo curioso es que nunca han sabido ni se han preocupado por entender ambos chismes, así es que, desde que "abandoné" el hogar paternal, mis padres ni utilizan el video ni el dvd...

    conservan, eso sí, la cinta de la comunión de mi hermana (afortunadamente no hay de la mía), un documental sobre el lobo siberiano y una etapa de montaña del Tour 2002... son unos cracks!!!!

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  5. El video en nuestra casa al igual que la TV fue toda una revolución. Y no habia fin de semana invernal que se preciara sin las pelis de rigor y el atuendo puramente casero , "el esquijama ", acompañado de pelo chafado por la parte de la coronilla , causado por la sentada que te pegabas en el sofá viendo cine generalmente mortal de necesidad y comiendo pipas y demás guarrerías a "troche y moche". Pero que quieres que te diga a mi me molaba muchisímo y lo recuerdo con gran cariño , pues era el típico calor de hogar que se respiraba en los 80 ,por supuesto irrepetible , aunque la estampa fuera cuanto menos cómica. ¿ Te acuerdas cuando vimos "Al final de la escalera"? , ahí si que pasamos miedo del bueno . Un besito

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  6. Gracias a Dios en mi hogar no se estilaba el "esquijama", aunque mi padre fue de los desafortunados que elegió mal:

    Compró un Beta, asi que, tuvimos que cargar con ese handicap durante muuuuuuuuchos años, incluso más allá de la desaparición del formato (siempre quedaba la opción de grabar las pelis de la tele en un porrón de cintas no muy vírgenes que andaban por el salón.)

    Muerte al VHS, viva BETA (y eso que los expertos decían que BETA era mejor, pero la presión de los grandes de Hollywood hizo que triunfara VHS)

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  7. Más que los grandes de Hollywood, fue la industria del porno la que decantó la balanza hacia el sistema VHS,ellos se arriesgaron a editar pornografía mediante su sistema y ganaron la batalla.

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